Descansando en el patio {Roxanne A. Weasley}

Tras un largo día de estudio en la Biblioteca, o que a mí al menos se me había hecho eterno, decidí irme a descansar. Había optado por la Sala Común, pero la mía estaba en las Mazmorras, en un sitio húmedo y oscuro donde no se respiraba aire puro, y aquello sólo conseguiría embotarme la cabeza aún más.

Así que decidí darme una vuelta por el Castillo, a ver si encontraba algún sitio adecuado para descansar, como así fue: El patio de la tercera planta. Pues allá que te iba yo.

Me senté en el primer banco que vi y me quedé observando el paisaje y a varios alumnos que iban de aquí para allá. Les envidiaba: Iban todos en grupo o por parejas, y me gustaría tener a alguien con quien charlar animadamente al igual que ellos, pero al contrario de lo que mi hiperactiva personalidad pudiera dar a entender, yo a veces era bastante tímida, y me costaba mucho relacionarme con la gente.

Ya que me aburría, me puse de pie en el banco y me alcé hasta llegar a un árbol. Un naranjo concretamente. De él arranqué tres naranjas y me puse a hacer malabarismos... Qué triste. Estudiar magia en uno de los mejores Colegios del mundo, y yo no tenía otra cosa mejor que hacer que malabarismos... Que, encima, no se me daban del todo bien:
Una de las naranjas salió disparada hacia delante.
─No, no, no... ─murmuré repetidas veces, viendo la trayectoria de la fruta y esperando no darle a nadie.