Un encuentro por casualidad {Lucy D. Weasley}

Genial, otra pelea más. Me había encontrado con un Gryffindor de no sabía qué curso, séptimo probablemente, pues parecía mayor. Se había puesto a insultarme por ser Slytherin, genial, fabuloso, increíble. No me podía creer que siguieran existiendo prejuicios como ese... Pero yo no era Gandhi, yo no me iba a poner a luchar pacificamente, o mentalmente, o lo que quiera que dijera el hippie ese. No. Yo había ido directa al Gryffindor y le había clavado el puño en la boca del estómago. Había que reconocer que lo había hecho bastante bien, le había pillado por sorpresa y, por unos instantes, me atrevería a decir que lo había dejado sin respiración.
Claro que, en cuanto el chico se repuso, mi buena suerte se esfumó. Me estaba enfrentando con un armario empotrado de la casa de los leones, mientras que yo era una chica de 165 cm sin fuerza alguna y, por muy mala uva que tuviera, eso no me iba a hacer ganar.
En resumen: Tuve que dirigirme al baño para limpiarme el barro del uniforme, pues el gracioso había decidido hacerme levitar y caer en un charco de fango. Encima, tenía heridas las rodillas y los codos. Estaba hecha un cuadro.

Entré en el baño sin sutileza ninguna, dirigiéndome hacia el lavabo. Me miré al espejo, y entonces caí en la cuenta de que quizá habría alguien por ahí que pudiera verme con estas pintas.
─¿Hola? ─me atreví a preguntar, mirando de un lado a otro a través del espejo.