Please, potions enter into my head now! {Molly}

Silencio. Es una de esas cosas que uno odia, en especial yo, no soy una persona desordenada ni mucho menos pero me encanta disfrutar del bullicio de la gente, aunque nadie se dirigiera a mi me sentiría acompañada, pero ahora estoy sola en un aula casi vacía y revisando mis deberes ¿Quién hace esta clase de cosas un viernes por la tarde? Solo yo seguramente, pero si no adelanto la tarea de pociones ahora, no lo haré después estoy segura, además la información que necesito esta solo en los libros del profesor Slughorn y no en la biblioteca como yo quisiera.

El aula es amplia, lo que hace el sentimiento de soledad se incremente, y sé que es raro pero el hecho de que no allá nada alrededor me distrae y no puedo evitar mirar la puerta o las demás carpetas esperando que algo pase. Soy demasiado hiperactiva, ansiosa y no puedo estar quieta ni un segundo, a veces me pregunto cómo mi madre y padre me soportaban cuando era una niña, seguro se sintieron aliviados cuando llegó la edad de asistir a Hogwarts. Estoy sentada en el pupitre del maestro, me ha dejado usarlo, así como el aula porque sabe que su curso es el único que se me dificulta un poco y detesto eso, debe de haberlo hecho solo para que no lo moleste más.

Paso las páginas del libro, solo ojeándolo, pensando en que haré más tarde; tal vez solo dormir, a menos que se les ocurra hacer algo en la Sala de los Menesteres, aunque tengo ánimos de ir, no lo haré si no termino mis resúmenes, a veces creo que soy demasiado sabelotodo, pero no es cierto, sé que no lo soy porque solo me esfuerzo cuando se que es necesario. Vuelvo a mirar a la puerta y suelto un suspiro resignado. “La responsabilidad primero” me digo, para luego continuar garabateando los pergaminos con lo poco que entendí de mi lectura.

Viernes en la tarde, clima perfecto para salir con amigos, libertad de salir de la escuela hacia Hogsmeade e incluso si así lo deseaba, poder escapar durante unas horas a Londres, si eso era lo que quería Molly aquella tarde, bueno, tal vez solo la ultima parte. Y sin embargo tampoco podía hacerlo, en aquel instante se encontraba sola en su habitación mirando el techo y esperando la llegada de su primo quien esa mañana le había dicho que se verían en su habitación para arreglar el siguiente movimiento de DS pero cuando dieron las 3 de la tarde Molly se convenció que él ya no aparecería. Si era así, ¿Por qué aun seguía en la habitación? Tal vez las ansias de salir de allí o incluso se Hogwarts se habían disipado con igual rapidez que aparecieron. Si, la chica nunca había sido una persona social e incluso en ocasiones aborrecía la compañía de los demás, pero ahora sentía la extraña necesidad de ver a alguien, nadie en especial tan solo otro ser que estuviera igual de aburrido a ella. Suspiro quedamente y observo a través de la ventana unos segundos.

Abrió los ojos en cuanto el rayo anaranjado del crepúsculo le golpeo los papados, se había quedado dormida y no sabia exactamente hace cuando, se estiro perezosamente y su mirada se poso por un momento en los libros que se encontraban en la pequeña mesita de madera al otro extremo, recordó que aun no había terminado los deberes y aunque la idea de hacerlo no la emocionaba, sabia que no habría anda mejor que hacer en este momento. Se levanto arrastrando los pies y se dirigió en busca de una pluma y su pergamino de pociones, era lo único que tenia para el fin de semana. Después de vaciar completamente su maleta e incluso buscar debajo de su cama, recordó que aquel pequeño pergamino se le había olvidado en el salón de clases, todo por andar pensado en el mayor de los Longbottom, bufo molesta al sentirse como una tonta adolecente enamorada y salió en busca su pergamino.

Iba perdida en sus pensamientos por lo que no cayó en la cuenta de que había llegado al salón sino solo hasta tropezar de frente con la puerta, unas risitas burlonas se escucharon detrás de ella, pero al instante se callaron en cuanto notaron la mirada asesina de la Slytherin. Entro con cautela esperando que el profesor no se encontrara, no quería tener que dar explicaciones del porque había sido descuidada y había olvidado sus anotaciones en el lugar. Sin embargo lo que vio la sorprendió un poco, una cabellera rubia que ella bien conocía se encontraba gacha en dirección a un cuaderno. Su prima Victorie Weasley se encontraba allí.

-¿Interrumpo? –pregunto en un tono tan bajo que le toco anclarse la garganta y dar un paso en dirección a su prima para que se diera cuenta que la chica se encontraba allí.