El bosque oculta muchos secretos {Sharon}

Las horas del día lunes pasaban a una velocidad envidiable para Beverly. Quizás se debía porque le encantaba su trabajo y sobretodo, consentir de vez en cuando a los chicos que entraban a la enfermería. La mujer no soportaba que los niños (sobretodo los que le tenían miedo a su lugar de trabajo) se sintiesen mal y por esta razón siempre era amigable, sobretodo con los de primer año. Ella no era como la antigua enfermera que solo duró un año porque no soportaba a los niños, ¿Es que acaso no recordaban su infancia? Beverly lo hacía, y ella no fue precisamente una chica tranquila y menos cuando estudió en Hogwarts. Quizás por esto cuando los chicos se metían en problemas y los profesores iban a averiguar qué pasaba, ella los cubría.

Como ese lunes. Un pequeño Hufflepuff de primer año había llegado herido por unas espinas desde el bosque prohibido. Por su edad no debería de ir al bosque ya que era peligroso pues obviamente no sabía como defenderse. Y para suerte del niño, Beverly tenía la cura perfecta para esas espinas, pero nada podía hacer por el miedo que sintió el pequeño en ese lugar, así que solo le regaló unas cuantas paletas y grageas.
Una vez que terminó de atenderlo, lo mandó a cenar y de paso ella fue hasta el Gran Comedor. Como era costumbre, comieron todos o la gran mayoría en ese lugar, pero Beverly se retiró antes para ir al Bosque Prohibido en busca de las espinas que le había hablado el niño, las necesitaba para elaborar el antídoto pues había agotado gran parte la semana pasada. Abrochó su capa blanca y cubrió su cabeza con la capucha de esta. Sin más retraso, se dirigió al lado oeste del castillo para adentrarse en el bosque.
No sería raro que se encontrase con alumnos a la mitad del camino, pues aún era temprano.

Por la hora del dia que mas le gustaba, o al menos una de ellas. La cena.
Si, por naturaleza siempre ha sido una persona que le ha gustado comer, sobre todo lo que menos se debe, pero la tentación es demasiada, sobre todo en aquella escuela donde todo lo que desees se puede hacer realidad. Es posible comer cualquier delicia, e incluso la comida mas normal, como son unos simples muslos de pollo, podria saber de una manera exquisita. No sabia exactamente porqué, tal vez especias que no conocia, la forma de cocinarlo, o simplemente por la compañia y tras un duro dia de estudios, pero definitivamente no comia tan bien en ningun sitio mas que allí.

Se habia adaptado bien, no tenia problemas con ningun compañero , o al menos de momento, asique en practicamente toda la cena se la habia pasado hablando y riendo con ellos. Se habia llegado a enterar de algunas gamberradas se algunos de su clase, e incluso del lio que tenian cierta parejita, por lo que a veces se sentia demasiado cotilla.

Al terminar, todos se dispusieron a ir a sus respectivos dormitorios, unos simplemente para dormir despues de tener la tripa llena, otros para terminar algunos deberes o estudiar... sin embargo , Sharon tenía otras intenciones sobre lo que hacer en la noche.
Practicamente todos los años hacia varias visitas al bosque prohivido. ¿Porqué? por nada en especial, simplemente acompañaba a conocidos que iban, o se dedicaba a investigar, como en este caso. Pero esta vez era especial... Asique tras esquivar a varios vigilantes del castillo logró salir.

Tenia intenciones de encontrar algun ser magico, alguna criatura de la noche en la que solo pudiese ver en el bosque. Había llegado a sus oidos cierta información de que habia divisado a lo lejos sombras un tanto peculiares, pero que no sabían que era, por lo cual ella estaba decidida a averiguarlo.

Varita en mano empezó a caminar sigilosamente entre la oscuridad, sin hacer ruido.. tenia que pasar lo mas desapercivida posible y a la vez con la guardia en algo. Si se relajaba demasiado en aquel lugar seguramente acabase muerta en un abrir y cerrar de ojos.
Todo estaba demasiado tranquilo, los sonidos que escuchaba parecian provenir de muy lejos, y eso en cierta forma la desilusiono. - En serio... que desastre... tampoco puedo alejarme demasiado o acabaré por no saber volver.. - Dijo para si misma, aunque tal vez en un tono mas alto de lo que le gustaria