Vértigo {Magia S. Gällagher}

Desde que me había levantado hasta ahora llevaba dando vueltas por el Castillo sin rumbo fijo. No me encontraba con nadie conocido, no tenía deberes, y actividades como el Quidditch no me llamaban en absoluto, así que me encontraba sin saber qué hacer, en uno de estos días del mes en el que piensas que, hagas lo que hagas, te seguirás aburriendo.

Estaba absorta en mis pensamientos, dándole vueltas a las clases, a mis compañeros, a todo, cuando de repente me encontré paseando por mitad del Puente. A muchos alumnos les gustaba aquello: Según ellos, les ayudaba a relajarse, a pensar, respiraban aire puro. Bien, pues mi opinión no podía ser más distinta: Tenía vértigo, muchísimo vértigo. Notaba cómo las piernas se me iban debilitando, como si me hubieran lanzado un hechizo de piernas de gelatina, y mi cabeza empezaba a darme vueltas.

Siendo consciente de que no había nadie para ayudarme, pues precisamente ahora el puente estaba vacío, me pedí a mí misma calma y serenidad.
─Vamos, Gabi... Da un paso... ─me dije a mí misma. Pero fue alzar el pie para seguir caminando y el temblor volvió a aparecer. Tenía las lágrimas haciéndome un nudo en la garganta. Sabiendo que no sería capaz de salir de allí, al menos en la tensión del momento, me agaché para no mirar a través de los muros del puente y fui gateando hasta lograr apoyarme en uno de los muros. Desde ahí parecía que no estaba tan alto, al no poder ver el exterior.
─Menuda una Slytherin...─chasqueé la lengua con fastidio.